En la ciudad de Belén, en Cisjordania, hay una basílica señalando el sitio donde la tradición dice que nació Jesucristo. Es pequeña,sencilla, y ha sufrido incendios, bombardeos, saqueos y visicitudes de todo tipo. En ella, rodeando una estrella de plata que señala el lugar exacto en el que en teoría nació Jesús, hay multitud de lámparas con llamas siempre encendidas. Es con estas llamas con las que empieza nuestra historia de hoy.
En 1986, la ciudad austriaca de Linz, se decidió ir a Belén a recoger la luz de la basílica, enmarcando este peregrinaje en otros muchos actos en favor de los discapacitados que se estaban llevando a cabo en la ciudad.
A partir de 1987, los scouts católicos austriacos deciden tomar la iniciativa en el viaje de búsqueda de la luz…
…y 26 años después esa luz llega a multitud de países del Mundo.
La Luz de la paz de Belén es una de las tradiciones más importantes del escultismo católico. Cada año, un scout austriaco (que haya destacado en la ayuda a los demás) viaja a Belén y recoge la llama de la Basílica de la Natividad. Esa llama viaja de Austria a otros países siguiendo un recorrido de tela de araña: Scouts de diferentes lugares acuden adonde está la luz, con sus lámparas y velas apagadas, y tras una misa en la que esta luz es protagonista, iluminan sus mechas y vuelven a casa con la llama.
Pero no se trata sólo de hacer llegar la llama a grupos scouts de todos los países católicos. La idea es que esta lucecita suponga un poco de esperanza y paz en las fechas navideñas, y que se comparta con todos aquellos que están cerca de nosotros y que la pueden necesitar en sus vidas.
Merece la pena dedicar un momento de reflexión al hecho de que, de uno de los lugares que menos paz ha vivido en toda su historia, venga un símbolo de hermandad tan importante para buena parte de los scouts.
A día de hoy, la luz llega a países con organizaciones scouts católicas en los cinco continentes, y en todos los lugares a los que llega se celebran misas para repartir la luz entre la gente. Una manera especial de celebrar la navidad, o su proximidad, o con tus scouts más cercanos.
(Si os estáis preguntando cómo es posible que la llama viaje desde Cisjordania hasta la otra punta del Mundo sin apagarse en ninguno de los puntos intermedios… No seais aguafiestas, leñe, que es mucho más bonito decir que se entrega «La Luz de la Paz de Belén» que «La Luz de la Paz del Mechero de Akela».)