La Manada.

Hace unos días os hablé un poco de metodología scout y de las ramas a las que se puede pertenecer dentro del escultismo.

Hoy voy a profundizar en una de ella: La Manada, a la que pertenecen los Lobatos.

Como ya comenté en su momento, hay muchas diferencias metodológicas (sobre todo en ciertos detalles) entre las distintas asociaciones. Yo la que he vivido más de cerca es la de MSC España, así que será la que os presentaré.

Historia:

Esta rama fue la segunda fundada por Baden Powell. Tuvo que hacerlo ya que, cuando los primeros scouts se reunían, era frecuente ver a los hermanos pequeños de éstos en las puertas de los locales, esperando, y deseando poder participar.
Por lo tanto, en 1916 (nueve años después del primer campamento en Brownsea) B.P. publica el libro «Manual del Lobato»  y funda la nueva rama.

Aquí podéis leer algunos extractos del «Manual del Lobato».

Características y ambientación:

En muchas asociaciones, los lobatos son los scouts más jóvenes. Si bien es cierto que existe una rama anterior (de nombre diverso, en MSC España se le llama Castores), pero muchos grupos no cuentan con ella.

La edad mínima para ser Lobato está en torno a los siete u ocho años, y la máxima alrededor de los once.

A la rama de Lobatos se le llama Manada y toda la organización y metodología de la rama se basa en esta concepción de los niños como cachorros de lobo. Además, la Manada es la única rama del escultismo que cuenta con una ambientación concreta: Toda su metodología se apoya en «El Libro de las Tierras Vírgenes» también llamado «El Libro de la Selva», del escitor inglés amigo de Baden Powell, Ruyard Kipling.

El fundador del escultismo buscaba una forma de hacer más atractivo el escultismo a los nuevos lobatos, más accesible a ellos; y la utilización de las historias de Kipling (muy de moda por aquella época) le pareció una buena opción.

Por tanto, los lobatos no pertenecen a una Manada cualquiera. Son lobos de las selvas indias, y tienen que defenderse de Shere-Kan, el tigre cojo, de los caóticos monos Banderloog y de muchos otros peligros.

Para mantener esta ambientación, los responsables o jefes de la Manada tienen nombres de los personajes del libro de Kipling. Akela (jefe de los lobos) que es el jefe de la rama, Baloo (el oso que ayudaba a Mowgli), Bagheera (la pantera negra), Kaa (la serpiente, que al contrario de lo que Disney retrató, era amiga de los lobos) y muchos otros personajes. Evidentemente, los nombres de los responsables son sólo los de los personajes que ayudaban al protagonista en el libro.

Metodología:

Durante la etapa de Lotbatos, los niños tienen una primera toma de contacto con el escultismo. Aprenden sobre todo a ser más responsables de sí mismos, a trabajar en equipo y de forma más o menos organizada. Todo ello con actividades muy lúdicas y mediante la ambientación selvática que ya he comentado antes.

Los lobatos deben seguir las llamadas «Máximas de Baloo», que son unas breves leyes:

– El lobato piensa primero en los demás.

– El lobato abre sus ojos y sus oídos.

– El lobato dice siempre la verdad.

– El lobato es alegre y sonriente.

– El lobato es limpio y ordenado.

Aparte de estas máximas, los Lobatos siguen el lema «Haremos lo mejor».

Algunas asociaciones, como MSC, tienen sistemas concretos para que el lobato pueda evaluar su progreso dentro de la Manada.
En dicha asociación, el lobato tiene que superar una serie de pruebas que le ponen los distintos responsables. Si las supera se le entrega una insignia con forma de huella. Hay cuatro: La de Baloo, la de Bagheera, la de Akela y la última, que se consigue al hacer la Promesa del Lobato.

 

La Promesa del Lobato.

Aunque pertenece a la metodología, he preferido dedicarle un apartado aparte, porque lo considero especialmente importante.

Cuando un Lobato se siente preparado, puede solicitar a sus responsables que le permitan hacer «La Solemne Promesa de los Lobatos». Esta promesa, que en cierta forma es una versión adaptada de la Promesa Scout, es concedida por el Kraal de la Manada a aquellos lobatos que ellos vean preparados.

La Promesa consiste en un compromiso que el niño hace consigo mismo y con su Manada. Es en parte un premio por los progresos conseguidos, y a la vez un punto de partida para continuar mejorando.

El texto de la Promesa cambia según los países, pero la idea principal sería:

«Yo prometo hacer lo mejor por: Cumplir la ley de la manada y hacer cada día una buena acción.»

Simbología

La Manada tiene su propia simbología dentro del escultismo: Ésta se deja notar en el saludo, el Gran Clamor, el Tótem de Manada y el Lema.

Los Lobatos tienen su propio saludo. Éste se realiza con la mano derecha alzada (con el codo en ángulo recto si se ha hecho la Promesa del Lobato, y en ángulo agudo si no se ha realizado). Los dedos índice y corazón se muestran separados, simbolizando las orejas del lobo siempre atentas, y el dedo pulgar cubre el meñique y el anular, como símbolo de que el lobo grande debe proteger a los lobitos.

El Gran Clamor es un saludo especial que tienen los lobatos, y que ya Baden Powell mencionaba en el «Manual del Lobato». Básicamente se trata de saludar a Akela y a los otros lobos de forma ceremonial.
La forma de realizarlo y el momento en el que se hace varían según las asociaciones.

El Tótem de la Manada es la figura de un lobo, o de la cabeza de un lobo sostenida en un poste, como símbolo de la manada. Generalmente lleva atadas cintas con el nombre de los lobatos que han realizado su Promesa, así como el nombre de la propia manada. Sólo pueden llevarlo los responsables o los lobatos que ya hayan hecho la Promesa.

Como ya se ha dicho antes, los Lobatos tienen un lema propio y aparte del del resto de scouts, que es «Haremos lo mejor».

Los lobatos suelen también tener un himno y, en las asociaciones religiosas, una oración. Sin embargo estos sí que varían por completo dependiendo del país y la asociación, así que no puedo presentar uno más o menos general.

El patrón católico de los Lobatos es San Francisco de Asís, por su amistad con los lobos y su amor por la naturaleza.